lunes, 17 de mayo de 2010

La cuenta atrás..




En 48 horas comienza todo, empiezo oficialmente la residencia . El día 19 estoy citada para firmar un contrato de formación que en dos años me convertirá en matrona, y creo que en muchas cosas más.
Supondrá un crecimiento a todos los niveles. Dos años intensivos, con una elevada carga de trabajo, muchas horas de hospital, de clases, de ensayos de investigación, evaluaciones , guardias... y todo ello unido a subsistir con un pequeño sueldo durante la totalidad del periodo, aún así , voy a recibir un salario por formarme en lo que siempre me he querido formar, me van a retribuir por convertirme en matrona, mi sueño, una formación por la que yo estaría dispuesta a pagar lo que hiciera falta para poder realizar.
En EEUU los jóvenes se hipotecan para estudiar en las universidades de mayor prestigio del país, una vez con el titulo en sus manos sus ganancias les permitirán devolver con creces el crédito pedido, ¿Por qué os cuento esto ? Por dos cosas:
- La primera , porque yo en estos momentos de mi vida no me hipotecaria por una casa pero si me hipotecaria por mi formación como matrona, si de ello dependiera, ¡me hipotecaria sin pensármelo dos veces! y señores.... ¡ Resulta que me van a pagar por formarme en lo que quiero!
Se que muchos no estáis de acuerdo con mi forma de pensar, que opináis que deberíamos cobrar más durante la residencia ( sin duda estaría genial), que nos explotan lo inimaginable, que nos exprimen y nos utilizan como mano de obra barata, pero yo lo siento... ¡Aún así me siento tan afortunada por lo que voy a vivir!
- La segunda razón por lo que os comentaba el funcionamiento de los estudiantes estadounidenses es porque este verano he estado viviendo allí; y esto me da paso para relataros por encima como ha sido este último año de mi vida, espero no extenderme demasiado.

Todo empezó el 27 de diciembre del 2008, un sábado a las 10 de la mañana me llamó mi coordinador para informarme de que había problemas administrativos con mi contrato y que no me iban a poder renovar.
En el año 2003, recién terminada la carrera, comencé a preparar el dichoso EIR, tras dos intentos fallidos tuve la opción de cursar la especialidad de salud mental en mi ciudad, nunca me había llamado la atención, no tenia ni idea de lo que era la psiquiatría, pero me encontraba agotada y sin fuerzas para seguir estudiando y decidí realizarla. Me gustó, aprendí muchas cosas necesarias para el funcionamiento de la vida que deberían enseñarnos a todos, supuso un crecimiento personal enorme, es una especialidad que te abre la mente de una forma impensable.
Una vez terminada me di cuenta de lo limitada que me encontraba antes de hacerla (razón por la que anteriormente dije que la residencia de matrona me convertirá en algo más que una matrona), todo aprendizaje te aporta mucho más de lo que realmente crees que estás aprendiendo.
Pienso que hay que moverse, formarse, trabajar, cultivarse, viajar, descubrir, escuchar, observar, leer, reflexionar... si no, nos vamos quedando en un pequeño mundo reducido del que no somos conscientes.
Retomando lo anterior, después de terminar salud mental y recién convertida en especialista me ofrecieron un buen contrato y trabaje durante tres años , aún así nunca se me quito de la cabeza la idea de ser matrona , nunca me deshice de los manuales de cto, nunca los arrincone, cada cierto tiempo les echaba un vistazo.
Tuve la suerte de que David ( mi novio) trabajaba y trabaja muchísimo, más de lo que os podéis imaginar, y los fines de semana mientras el trabajaba yo leía. Aún así no veía con fuerzas para afrontar otro EIR en condiciones.
En fin, tras la llamada inesperada del coordinador me disgusté ,lloré , rabié y estuve realmente triste durante 15 días, me fui a pasar la nochevieja a la nieve y continuaba triste, me invadía una sensación extraña,me sentía infravalorada, así de repente el trabajo que había desempeñado durante 3 años se iba al garete sin más ni más, me cuestione mi profesionalidad, y finalmente me di cuenta que para la administración publica somos un numero, un objeto..
Pasados estos días me replantee la situación, de todos los cambios puedes obtener algo positivo, y de repente vi delante de mis ojos la oportunidad de mi vida. Tenia paro durante 14 meses y 12 enteritos para preparar el EIR, con dedicación exclusiva, el destino me lo había puesto en bandeja, creo profundamente en el destino ( David no te rías), si no me llegan a echar de ese trabajo probablemente no lo hubiera dejado...
Así que aquí comienza el relato del año 2009, preparación del EIR:

El 7 de enero cogí los manuales de nuevo, el 23 era el examen, al cual me había inscrito por casualidad , para probar ( de nuevo juega el destino), y me vino genial para medir mis conocimientos con el resto de las personas. Esos 15 días eché un vistazo tranquilamente a algunas asignaturas y me sorprendía de lo mucho que me acordaba de ciertas cosas. Hice el examen, tranquila como nuca, y me quede la 1076 de 8000 aspirantes, un resultado digno de optimismo, significaba que a pesar de haber pasado 4 años sin estudiar en mi cabeza aún residían muchos conocimientos de aquellos dos años anteriores de preparación.
Una semana de vacaciones y el 1 de febrero empezó todo. Me hice mi calendario y poquito a poquito comencé a estudiar. Me costó un montón coger el ritmo, mantener la concentración, aún así no me levantaba de la mesa, me forzaba, y mes a mes iba mejorando.
No me empeñé en memorizar, lo razonaba todo, lo contrastaba, la ampliaba.. Me apunté a con una preparadora, no estaba en mi ciudad, tardaba unas dos horas llegar, pero aún así merecía la pena el esfuerzo y los martes por la tarde acudía a las clases.
David tiene la oportunidad y la suerte de poder teletrabajar desde cualquier parte del mundo, por lo que me planteo irnos en verano a Boston, EEUU. Al principio me dio miedo, pensaba que igual echaba por la borda todo el proyecto que estaba llevando a cabo, pero me decidí , otra oportunidad así no la iba a tener, así que hicimos las maletas y nos fuimos durante 3 meses ( en otro post os contaré la experiencia).
Nos cogimos un piso y nos instalamos, yo continuaba con el calendario de la preparadora y tenía a mis chicas de la forosecta para resolver las dudas y no sentirme sola en esta carrera de fondo ( gracias a todas).
Resulto que en Boston, tanto David como yo, sacamos un montón de horas de trabajo y estudio. A las 9 comenzabamos, hacíamos una pausa para comer y continuábamos hasta la 7 de la tarde, hora a la que nos íbamos a caminar como dos Bostonianos más.
Los sábados por la tarde y domingos nos los tomábamos de descanso y conocíamos la ciudad tranquilamente. Y así pasamos dos meses y medio. Los últimos 15 días nos los tomamos de vacaciones ( los únicos días de 12 meses), y recorrimos varias ciudades y diferentes estados.
A la vuelta a España, como no, con el remordimento de los 15 días de estudio perdido , continué con mi rutina y comenzó la locura de mi encierro.
El único día que salida de casa era los martes para ir a la academia. Mi vida consistía en levantarme, desayunar, ducharme, volver a ponerme el pijama ( en el foro teníamos el club de los pijamas) y sentarme delante de los apuntes y del ordenador hasta la hora de comer. Comía, y de nuevo hasta la hora de cenar. Ya no había distinciones entre lunes o domingos, para mi todos los días tenían la misma rutina.
La gente me llamaba para salir y me decían " por salir a tomar algo no pasa nada" " te vas a enfermar" " te viene bien despejar", móvil apagado y problema resuelto, santas amigas que no se enfadaron.
Aún recuerdo la sensación de algunos días cuando a las 8 de la tarde salia al supermercado después de tres días de encierro, era algo extraño, pensaba ¡existe vida fuera!, me resultaba raro ver a las personas por la calle tan contentas con sus compras, en las cafeterías, con sus coches.. ¡La vida no les giraba en torno al EIR!
En fin, una locura, aún no se como lo soporté, y desde aquí le doy las gracias a David por aguantarme, porque mi estado emocional los últimos dos meses era muy fluctuante.
El pobre llegaba a casa después de un duro día de trabajo y me encontraba llorando y en pijama, siempre en pijama..¡ Menos mal que ya acabó porque sino además de haberme costado la salud me cuesta el novio!!
Después de semejante locura de meses llego el gran día. Recuerdo la sensación del momento en el que el cerré el manual de forma definitiva, a las 8 de la tarde del 22 de enero del 2010, como no podía ser de otra manera con lloros incluidos, hable con una amiga que también lo estaba preparando y tuvimos que comunicarnos por mail porque llorando como llorabamos hablar era imposible.
Al día siguiente me levante más tranquila de lo que pensaba, como si fuera un día como otro cualquiera, comí, me tome un lexatín ( gracias a Dios porque si no no acabo el examen) y me fui a examinar. Comencé el examen super relajada, me mentalice de que iba preparada , con los conocimientos consolidados, y me deje llevar... El problema, o la suerte, (nunca se sabe, ya sabéis, el destino) fue que se me olvido el reloj y se me echó el tiempo encima, a la mitad del examen me puse histérica, pensé en abandonarlo pero no se como me contuve y conseguí terminarlo.
Quedé la 57 , voy a hacer la residencia en mi ciudad.
Nunca pensé que iba a conseguir esto, nunca , y menos aún poder hacerlo en casa.
Todavía sigo sin creerme nada, a 48 horas de empezar sigo sin asimilar que comienzo la residencia de matrona.

1 comentario:

  1. Simplemente paso por el blog, para dejar un gran abrazo, cargado de esperanzas, buenos deseos Y MUCHO EXITO EN ESTE VIAJE QUE INICIAS!!!

    Yo termine la primera resi de 4, ahora unas breves vacaciones y de nuevo a la carga....

    Sigo en lectura de tu blog... n_n

    ANIMO Y QUE NADA NI NADIE TE DETENGA!!!!!

    ...como dice la frase que inicia mi blog y me encanta.."..SE HACE CAMINO AL ANDAR!"

    ResponderEliminar